Seleccionar página

A lo largo de tu vida pasas por innumerables experiencias, algunas te alegran el día y otras suponen un auténtico aprendizaje.

Es muy fácil recurrir al victimismo y culpar a los demás de lo que te ocurre ¿quién no lo ha hecho?

Pero, ¿qué logras con ello?, consolarte, sentirte mejor, desahogarte y, finalmente, quitarte de encima tu propia responsabilidad. Al fin y al cabo, son los demás los que determinan tu estado actual.

Esta es la forma más fácil de huir de tu cometido. Es importante tener muy claro que tú eres la única responsable de tu propia vida, por lo tanto, mantén la iniciativa, no dejes que el tiempo te pase por delante sin intervenir.

Si tomas decisiones conscientes serás dueña de tu destino y si te dejas llevar por las circunstancias, otras personas decidirán por ti, ¿deseas eso realmente?

Piensa ante todo que es tu vida, así que vívela como tú quieras.

 

 

Si quieres ser proactiva:

  • Toma la iniciativa.
  • Enfócate en la resolución del problema.
  • Persigue tus objetivos.
  • Persiste en tu sueño.
  • Rodéate de personas positivas.
  • Sé disciplinada.

Al tomar el control de los acontecimientos, eliges tu respuesta en función de tus valores, te conviertes en la única responsable.

Para alcanzar la plenitud, ama lo que haces y vive con ilusión. Conviértete en una mujer poderosa, céntrate en lo que quieres y serás imparable.

¡Lucha por tu sueño! vívelo, disfrútalo y siéntelo. Es tuyo, sólo tuyo y necesita de ti para crecer.

Y, sobretodo, sé tú misma, deja de imitar, deja de ser la persona que los demás esperan de ti. Sé auténtica, fluye con tu esencia y serás libre.

¡Yo quiero ser mi mejor versión!

Quiero vivir en positivo, quiero sentirme viva, quiero mirar hacia delante, ampliar horizontes y seguir mi plan, con unos objetivos claros, conscientes y resolutivos, ¡sin límites!