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El bambú es una planta maravillosa que constituye un claro ejemplo de la naturaleza en cuanto a desarrollo y fortaleza.

Se trata de una especie increíble cuya semilla permanece en reposo durante años, esperando el momento perfecto para brotar a la superficie.

Esta semilla necesita nada menos que siete años de cuidados y abonos antes de mostrarse. A partir de aquí, su crecimiento es muy rápido, pudiendo alcanzar los treinta metros de altura.

Durante estos siete años, el bambú va creando sus raíces, acumulando la energía necesaria para poder crecer fuerte y sana cuando llegue su momento. Después brota de manera extraordinaria y su crecimiento es muy rápido.

Pero, evidentemente, este rápido crecimiento ha precisado de una gran transformación en el interior de la planta. 

 

 

Al igual que ella, nosotras necesitamos crecer interiormente antes de poder abrirnos al exterior mostrando toda nuestra belleza. Este crecimiento interno sigue ritmos diferentes en cada una de nosotras por lo que es inútil compararnos con las demás personas. Cada cual requiere un tiempo diferente de maduración y despierta su luz interior cuando está realmente preparada para hacerlo.

Este período de maduración interior es fundamental para lograr crecer fuertes y sanas, motivadas y felices, abiertas a nuevos retos, disfrutando la maravillosa vida que tenemos.

Cuando somos luz, proyectamos esa luz. Cuando somos sombras, proyectamos esas sombras.

A mí personalmente me encanta comparar mi crecimiento interior con el del bambú. Si me siento viva interiormente, crezco, florezco y brillo con todo mi ser. En esos momentos soy fuerte y poderosa a pesar del viento que me azote o las tormentas que puedan aparecer. Soy flexible y me adapto a los cambios, valorando el aire que respiro, los rayos del sol y el agua que recibo. Voy creciendo cada vez más, segura de mí misma, con la ilusión de aprender cada día más de todo lo que me rodea y conociéndome mejor.

No tengas prisa por crecer exteriormente. Mira tu interior cada día, obsérvate, cuídate, mímate muchísimo y cultiva el amor hacia ti misma. Verás como finalmente obtendrás tus frutos y crecerás con una fortaleza extraordinaria, dispuesta a afrontar cualquier obstáculo que se presente en tu camino y disfrutando de una vida plena.

¡Tómate tu tiempo y dedicación y conseguirás tu objetivo!