En el hinduismo existen Cuatro Leyes de la Espiritualidad que parten de una gran sabiduría y nos aportan un gran aprendizaje.
Según estas leyes, nada de lo que ocurre en nuestra vida es fruto de la casualidad. En nuestra línea vital se suceden una serie de acontecimientos cuya finalidad es que pasemos por diferentes etapas y aprendamos una serie de lecciones necesarias para nuestra evolución personal.
Las Cuatro Leyes de la Espiritualidad son las siguientes:
1- La persona que llega es la persona correcta
No hay casualidades. Las personas que nos rodean, nuestra familia, nuestras amistades, nuestra pareja, todos y cada uno de ellos están allí con una misión: hacer que aprendamos y sigamos avanzando.
Muchas de ellas aparecerán en un momento dado de nuestra vida y luego no las volveremos a ver. Esto se debe al hecho de que ya han cumplido su misión.
Otras, sin embargo, permanecerán durante largo tiempo a nuestro lado, el necesario para aportar a nuestra vida ese aprendizaje necesario para seguir avanzando.
Asimismo, nosotras aparecemos en la vida de estas personas con esa misma función, favorecer su desarrollo y su crecimiento personal.
2- Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido
Lo que sucede ha ocurrido de esa manera para que pudiéramos aprender nuestra lección de vida.
Muchas veces, no entendemos el por qué nos ocurren ciertas cosas, nos lamentamos de nuestra mala suerte y nos preguntamos la razón de que no se cumplan nuestras previsiones. Pero todo lo que sucede tiene un motivo y, muchas veces, nos percatamos de ello al cabo del tiempo. Damos gracias entonces de no haber obtenido los resultados previstos, porque, de esa forma, hemos logrado mejores resultados.
3- En cualquier momento que comience, es el momento correcto
Todo empieza cuanto tiene que empezar, ni antes ni después.
Cuando estemos listas para iniciar algo en nuestras vidas, será cuando comience.
Todo ocurre en el momento adecuado, de nada sirve apresurarnos. Si estamos preparadas y lo deseamos de verdad, ocurrirá, porque daremos paso a las circunstancias para que esto suceda.
4- Cuando algo termina, termina
A veces nos obsesionamos con el hecho de que algo terminó y no debería ser así, porque por este motivo no logramos ser felices.
Pero la realidad es que si ha finalizado, es por nuestro bien, para permitirnos evolucionar, avanzar en nuestro proceso de vida.
Aprender a soltar es clave para poder crecer y liberarnos de las ataduras que nos mantienen estancadas.
La Vida es un largo camino lleno de infinitas enseñanzas y todas nosotras tenemos muchísimo que aportar al respecto.
Nuestros aprendizajes nos hacen cada día mejores, suman a nuestra vida, a pesar de que en ocasiones nos parezcan crueles e innecesarios.
Esas piedras en el camino son necesarias para lograr nuestro objetivo y seguir creciendo.
Me gustaría que reflexionaras sobre tu situación actual y respondieras a estas preguntas con sinceridad:
- ¿Recuerdas situaciones en tu vida en las que las cosas no ocurrieron como tú deseabas?
- ¿Qué aprendizaje obtuviste de ello?
- ¿Crees que ese obstáculo ha contribuido a potenciar tus fortalezas?
- ¿De qué te das cuenta ahora?
Muchas veces no somos conscientes de lo mucho que hemos avanzado en nuestras vidas.
Te animo a compartir tus aprendizajes. No olvides que juntas sumamos más.