La forma en que inicias el día tiene mucho que ver con el resto de la jornada.
¡Empezar el día de forma positiva puede resultar extraordinario!
¿Qué ocurre cuando una persona con negatividad se cruza en tu camino? ¿cómo reacciona tu cuerpo?
A mí esto me produce un bloqueo interior, siento que no quiero estar allí, no es la vibración en la que yo me encuentro.
Debemos tener claro que cada una de nosotras elige dónde quiere estar, bien en su lado «penita», bien en su lado «activada».
Si decides caer en el victimismo no pasa absolutamente nada, siempre y cuando seas consciente de ello. Pero ¿qué ocurre si la situación se prolonga excesivamente? Entonces puedes ser víctima permanentemente, llegando a convertirte en la mujer que no deseas ser.
Si eliges estar en tu lado «activada» no significa ser una persona permanentemente feliz y sin problemas. Se trata de mirar la vida desde una nueva perspectiva, encarando los problemas que puedan aparecer en el camino y disfrutando de los infinitos placeres que da la vida.
Ver la existencia desde la positividad es centrarte en todo lo bueno que aparece en tu vida y en todas aquellas experiencias que te ocurren aunque no sean agradables en ese momento, sintiéndolas como un aprendizaje, como una enseñanza que necesitas.
Todo aquello que no hemos aprendido regresa a nosotras una y otra vez hasta que, finalmente, logramos entenderlo.
Yo he tardado unos años en darme cuenta de que el «problema» estaba en mí. Mi proyección hacia los demás me servía de escudo protector: Siempre me ocurre lo mismo, no hay derecho, ¿por qué siempre me pasa a mí? …
Cuando te das cuenta de que tú eres la arquitecta de tu vida entiendes muchas cosas. Sabes que tus pensamientos se reflejan en tu existencia, percibes las cosas por lo que son separando tus creencias, limitas la entrada de focos tóxicos en tu vida y agradeces con sinceridad tu maravilloso presente.
Lo importante no es lo que ocurre en tu vida sino tu actitud ante ello, tu interpretación de lo que ves y tu manera de afrontarlo.
Recrearse en los problemas es caer en una espiral sin salida.
¿De qué sirve exagerar nuestras penas? ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestras alegrías?
Si agradeces todo lo que te ocurre, alegrías y aprendizajes, te transformas en una persona alegre y esperanzada.