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¡Qué bien nos sentimos cuando tenemos un objetivo en mente! Dirigimos toda nuestra atención hacia él y estudiamos cuál es la mejor manera de conseguirlo.

En función de nuestra personalidad, insistimos y somos constantes hasta llegar a alcanzarlo o, por el contrario, desistimos ante el primer obstáculo que aparece en nuestro camino.

Lo cierto y verdad es que si este objetivo es realmente importante para nosotras, vuelve una y otra vez a nuestras vidas hasta que le prestamos la atención necesaria y decidimos ir a por él.

¿Has sentido alguna vez esa necesidad profunda de enfocarte en algo concreto en algún momento determinado?

Es fácil reconocerlo, porque te sientes conectada a ello de una manera especial. Forma parte de tu esencia y necesitas abrazarlo para sentirte realizada.

Cuando te enfocas en tu propósito de vida experimentas algo único, sabes que has nacido para ello, que hasta que no lo has tenido presente tu vida no era completa y que ahora eres realmente quien quieres ser. Entonces despiertas tus sentidos y te abres al mundo de forma sincera, humana, libre y tolerante. Aceptando a cada persona por lo que es, una imagen de ti misma.

 

 

Normalmente nos resulta muy duro separarnos de nuestra ruta por comodidad y por miedo a lo desconocido. Nuestra zona de confort nos protege y nos proporciona un refugio aceptable en el que seguir viviendo.

Ir a por nuestros sueños significa dejar esa estabilidad y adentrarnos en territorios desconocidos que no siempre resultan fáciles de trazar.

Aparecen obstáculos en nuestro camino que pueden debilitarnos o fortalecernos. Todo depende del enfoque que le demos.

Todas las dificultades que vas encontrando forman parte de tu aprendizaje. Cada una de las personas que entorpece tu objetivo se convierte en tu maestra durante ese recorrido hacia tu felicidad.

¡Yo he decidido seguir ese sueño! No es fácil, lo sé, pero es lo que quiero.

A pesar de los problemas que puedan surgir a su paso, de las personas que intentan disuadirme de mi propósito y de mis dudas internas en momentos puntuales, estoy convencida de que voy a lograrlo.

Es maravilloso disfrutar del trayecto sabiendo que a pesar de los impedimentos que voy a encontrar, es realmente lo que deseo hacer en este momento de mi vida.

Y tú, ¿estás decidida a lograr tu sueño?

¡Cuéntamelo!