Durante estos días tan especiales en mi vida, he podido reconectar conmigo misma. He notado la fuerza del viento en mi rostro, el poder de la lluvia en mi naturaleza, mi conexión especial con la Madre Tierra y la fuerza del fuego transmutador en mi interior.
Han sido unos días maravillosos que me han proporcionado un gran conocimiento sobre la naturaleza humana, sobre la auténtica esencia de las personas y sobre la mía propia.
Durante años he sido una persona respetuosa, conciliadora, amante del silencio y de la calma, abierta a nuevas perspectivas y dispuesta a escuchar, a pesar de no compartir opiniones.
Ahora, gracias a esta experiencia de confinamiento, me he dado cuenta del verdadero enemigo del crecimiento, el miedo que nos paraliza, ese miedo a no encajar, ese miedo a perder falsas amistades, ese miedo al rechazo o al vacío por parte de los demás.
En estos días de abusos político-sociales, en los que se están vulnerando todos nuestros derechos, empezando por la libertad de expresión y de circulación, la privacidad, la censura en los medios de comunicación convencionales y en las redes, las connotaciones negativas a toda persona que cuestione la credibilidad del sistema, la desaparición de contenidos valiosos, pero contrarios a las directrices establecidas…
Sólo puedo expresar mi agradecimiento. Gracias por descubrir en quién puedo confiar. Gracias por darme a conocer a las personas realmente auténticas y comprometidas con sus principios, sean o no de mi misma opinión. Gracias por avanzar en mi autoconocimiento y no dejarme llevar por la escuela del miedo, por el camino más fácil. Gracias por ver la luz del inconsciente colectivo, por permitirme ser y por seguir avanzando en mi despertar de la consciencia.
Todas estas personas, a través de las que he descubierto mis sombras e identificado mis miedos, han sido mis grandes maestros durante estos momentos de represión y encarcelamiento.
Ahora puedo identificar la coherencia y la verdad en cada comentario con mayor nitidez, aprender de los silencios frente a la vulnerabilidad de nuestros derechos como seres humanos y apreciar la hipocresía de la tolerancia y el respeto sólo cuando se trata de opiniones afines.
Inspirarnos en frases motivadoras y pensamientos positivos no implica cerrar los ojos a lo que ocurre, sino despertar en nosotras ese espíritu crítico a través del cual valorar todo aquello que nos permite crecer.
Te invito a reflexionar sobre ello. Me encantaría conocer tu opinión 😉