Creer en una misma es algo que por desgracia pocas veces nos inculcan en la escuela.
Aprendemos a ejercitar nuestro cerebro con miles de conceptos inútiles que supuestamente nos preparan para la vida futura, pero ¿qué hay de nuestras emociones nuestros miedos y nuestra esencia?
No somos sólo madres, empleadas, compañeras, hijas o hermanas. Nuestro mundo no se reduce únicamente a esto, a pesar de que a menudo caemos en sus redes.
Nuestra educación y nuestra cultura fomentan nuestros miedos, recordándonos continuamente todo aquello que no podemos hacer, no podemos decir o no podemos ser.
Apenas se nos enseña a ser libres, a creer en nuestras capacidades y a explorar nuestros límites.
Con el paso del tiempo nos damos cuenta de que la única limitación que tenemos es aquella que nosotras mismas nos imponemos, bien porque escuchamos a otras personas que viven en el miedo, bien porque no nos atrevemos a explorar nuestras posibilidades o bien porque la comodidad nos gana la batalla.
Ante esta situación, hagámonos una simple pregunta:
¿Quiero vivir así el resto de mis días?
Si la respuesta es afirmativa, es porque nuestra vida nos place y estamos felices por ello, pero, si por el contrario, es negativa, quiere decir que quizás un cambio nos vendría muy bien.
Y créeme cuando te digo que si te cuestionas estas cosas es porque realmente sientes que el lugar que ocupas no es el que quieres para ti.
Yo misma te diré que soy esposa, madre y trabajadora y que no limito mi esencia sólo a estas facetas. Me encanta mi vida y me encanta mi familia, pero también me gusta aprender cosas nuevas, disfrutar del momento y sentir que mi vida es un regalo que yo decido abrir.
¡Lucha por tus sueños, vive intensamente y sé libre para elegir tu propio destino!
Si, es difícil, aunque siempre se debe intentar poner algo de nuestra parte para poder cumplir al menos algunos de nuestros sueños, o deseos!!!!!!!
Tienes razón, lo importante es no dejar de perseguirlos, porque si lo hacemos no tendremos la oportunidad de conseguirlos. Pensar en ellos ya es un primer paso para lograr nuestro objetivo.
Cierto. Llevo unas semanas dando vueltas a la siguiente reflexión : “…Al ponerle fecha a un sueño se convierte en meta, una meta dividida en pasos se convierte en un plan, y un plan apoyado por acciones se vuelve realidad…” y es verdad que no debemos condicionarnos por los miedos, ni por lo que los demás esperan de nosotros …Empezaré por los sueños.
Nuestros sueños son nuestra razón para seguir adelante. Creer en ellos, como señalas, es el primer paso para conseguirlos. De nosotras depende que se conviertan en realidad!